Bicibarranquismo. The clown riders 2.

Me estoy quitando de la multiactividad, y esto tiene unas consecuencias más bien malas (más mal buenas? (estas últimas 6 palabras son para desconcertar a algún posible lector extranjero que esté aprendiendo castellano, para que se le bajen los humos, aunque la verdad que las últimas 3 aún teniendo cierta "simetría" con las 3 primeras yo tampoco las entiendo))
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Al grano, que me disperso....
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Pues eso, que ya era hora de hacer un barranquito esta temporada. Eso sí, no pude soportar las seductoras insinuaciones de la bici y me la tuve que llevar.... A ver qué pasa!
Para el experimento me acompaña el mítico Klaus, que se muestra dispuesto a echar la tarde en otra actividad "curiosa". Y también viene trípode, que no es un colega bien dotado sino nuestro querido-odiado cacharro petaexcursiones, hay que echarle paciencia pero al final hay que reconocer que se agradece ver imágenes tiradas con "buen pulso". Va por ustedes!!!
Ah!!! es la primera vez que nuestras jekylls cabalgan juntas... esto promete;);););););););




Últimamente estoy recordando viejas y magníficas sensaciones. Aquellas que sentía hace años, cuando de cualquier lado surgía una aventura. Sin alejarte mucho de casa, cualquier vuelta en bici, cualquier "exploración" acababa complicándose y volvía a casa más contento que txupito.
Esta vez vamos Sergio y yo a un barranquillo al que los dos le habíamos echado más de una vez el ojo (el anónimo anodino también se lo había echado pero esta vez no pudo apuntarse, pero estoy seguro que la hubiera gozado, recordando sus viejos tiempos bajando ríos con bicicletas)
Yo estaba recién llegado de unos días grises por bretaña, me comentaron que por aquí también había hecho mal tiempo, y me acordé del barrarnquillo. No estaba seguro de si íbamos a encontrar agua (que era lo que me apetecía). Tampoco estaba seguro de como iba a ser el tema para la bici (piedra resbaladiza, tramos inciclables...).
Lo que no me había imaginado ni de coña es que tuviera rápeles... A Sergio le habían dicho poco antes que tenía un par de rápeles. Yo, con una imagen preconcebida a prueba de bombas los visualicé con mi libre albedrío como resaltillos medio destrepables y pequeños.
Por si acaso, en un ataque de madurez, cogí una de las cuerdas estáticas de barrancos de casi 30 metros (si llego a tener una de 10 hubiera cogido esa y nos hubiéramos comido los mocos)
Y ya, en plan barroco, adornándome, también cogí un arnés (me estoy flipando, pensaba en casa mientras preparaba mi mochila de "bajarbarrancosconlabici".
Llegamos al lugar y como no se de que va a ir el rollo me pongo el casco integral por si hay mucha roca resbaladiza y tal, total, para bajar no molestará mucho y si me doy una leche me la doy más agusto con el integral.
Empezamos tirando a tarde, pensando que sería hacer un poco el tonto salpicando agua y poco más. Eso sí, gracias a eso la luz estaba bastante bonita.
No nos lo podemos creer, está que te cagas para la bici. Muy divertido, muy refrescante. No resbala apenas, la cantidad de agua justa y un terreno muy bueno para gozársela. Permanentemente ciclable  y bastante variado. Menuda sorpresa, era un día perfecto para que hubiera salido el tiro por la culata y que hubiera sido un truño de actividad.
Vamos perdiendo tiempo con mr trípode y vamos avanzando poco a poco gozando pelota.
Parece que al fondo se ve una zona más encajonada de posible rapelcito.
EEEEEEEEEEEEEEEEEEHHHHHHHHHHHHH!!!!!???????
Joder, no nos llega ni de globo la cuerda en doble, no la podremos recuperar... estudiamos el tema y vemos que se puede trepar por una pendiente cercana para recuperar la cuerda. Seguimos adelante con el plan. Atamos como podemos las bicis a la mochila y pabajo.
Curioso.... absurdo, pero curioso...
Si el siguiente rapel es más grande que la cuerda siempre podemos "escapar" por la pendiente que usamos pa recuperar la cuerda. Pero no creemos que haya otro rapel tan grande en ese "barranquillo"
MEEEEEEEEEEEEEEEEEEC!
Error, el segundo rapel es aún más grande y la cuerda llega justica en simple. Bueno, a una mala abandonamos la cuerda y volvemos mañana a buscarla. Este rapel no se puede remontar por el cauce. De todas formas el cañón tiene una zona medio trepable para escapar (sin bicis, eso sí). Seguimos adelante.
Vaya vaya, se está haciendo de noche y hay otro rapel... y nosotros sin cuerda. Esta vez le toca a Sergio, buena pechadica dejándose las piernas entre aliagas, remonta una pendiente y consigue destrepar a la cabecera del rapel, recupera la cuerda y vuelve.
Esta vez si, esperamos que sea por fin el último rapel.
Este es más pequeño y se puede hacer con la cuerda en doble, recuperamos la cuerda y ya  de noche avanzamos con las bicis por una cascajera en general inciclable (al menos de noche) hasta salir  a una pista de hormigón que atraviesa el cauce (que sergio conocía), subimos por ella a la carretera y fin de la aventura.
Una sonrisilla de oreja a oreja y vuelta a casa, lo dicho, una aventurilla como las de antes
Un saludo y espero que os haya gustado el video, y los que seais capaces de leer la crónica espero que os haya servido para entreteneros un rato;)

Macarrada entre collados. Trekking-bike

Menudo par de días. Otra ruta del orden de los 2000 metros de desnivel positivo acumulado. La diferencia con la anterior es que esta vez los hacemos casi enteros andando con la bici en la txepa (los descensos montados, si no igual hubiera quemado la bici). Esta vez vamos Mikel y yo mano a mano.


La ruta fue: Zuriza-Collado de petraficha-Guarrinza-Ibón de Acherito-Cresterío buscando la pedrera que sube al collado de Petretxema-Collado de Petretxema y bajada por la Foya de los ingenieros.




RECUERDOS SUBJETIVOS

Subida al collado de petraficha. Precioso fondo de valle paralelo a un riachuelo que pronto pierde el agua (no hay quien pueda con la sed del terreno kárstiko). Con las piernas cansadas de la paliza del día anterior (txamantxoia-lapakiza) y sabiendo que lo que tenemos por delante es el descojono decidimos tomarnos el día en plan conservador y no intentar pedalear las zonas bestias. Setecientos y pico metros, gran parte de ellos empujando o porteando la bici.

Descenso a Guarrinza. Vaya nombrecito el de este "paraje". Nuestras mentes enfermas tiran más que nunca del recurso automotivante de creer que nos espera en el parking un autobús de ninfómanas que tienen un congreso en la zona. Nuevamente (por enésima vez) esto es mentira. A pesar de todo, la bajada es muy guapa, muy pirenaica... y nos hace recordar para que era todo ese hierro que habíamos subido a la espalda.

Subida al Ibón de Acherito. A esa hora que alegremente recibe el nombre de mediodía. A efectos prácticos, en días soleados coincide plenamente con la hora en la que el sol está más cabrón. Vaya subidita wey... Daban ganas de echarse a llorar (a mi) Mikel iba bastante contento, un tío positivo y fuerte, da gusto ir con gente así. En ningún momento se planteó que lo que hacíamos era un chorrada. Una subida constantemente empinada y con mucha piedra. Sin tregua. La parte posterior superior de la espalda empezaba a adaptarse a la forma del cuadro que en ella se clavaba sin compasión. Cerca ya del Ibón empiezan los tramos ciclables en un entorno guapísimo (al final va a ser que merece la pena el sufrimiento). Nos refrescamos en el ibon y nos flipamos con el paisaje. Un merecido descansito.

Valoramos para donde ir. Estamos arrinconados, vayamos para donde vayamos, si queremos volver a la furgo tenemos que subir aún un buen desnivel por pedriza. Madre de Dios. Valoramos las cabañas de Lescún, pero se baja algo más de desnivel y además vemos que se puede hacer una especie de bonito cresterío para ir a buscar la pedriza que sube al collado de Petretxema. Nos decantamos por el cresterío. Resulta una zona muy muy guapa para andar con las agujas de ansabere todo el rato de fondo. Travesía espectacular, un sitio de esos para soñar.

A continuación lo "subjetivo" se vuelve pseudoescatológico, pero son los detalles que mola recordar.

Nos ponemos a rodar después de la parada en el ibón. Vaya! por arte de magia me ha aparecido un escozor monstruoso en la ingle izquierda. Entre el cansancio y la desesperación momentánea valoro seriamente hacer el siguiente tramo con toda la feria al aire. Me frena pensar en lo embarazoso que podría ser eso para mi compañero, y también el hecho de que al ser sábado nos cruzaremos a más de un excursionista al que no quiero hacer pasar un mal rato.

Con todo mi cerebro concentrado en mi fuego inglinal aparece un segundo invitado de excepción. Empiezo a notar que me viene el apretón. Maldita sea, he bebido bastante de algún riachuelo que otro, con las defensas bajas empiezo a pensar si no habré pillado una ameba... (hipocondriatic situation) Veo que no voy a ser capaz de manejar la situación mucho tiempo más y le informo a Mikel de la situación. Me voy detrás de una prominencia kárstika y procedo.

Registro mi mochila y no llevo ningún elemento de celulosa. Hago memoria e intento recordar qué harían los jóvenes castores en una situación así...
"piedras redondeadas!!!!"
Pero miro alrededor y todas las piedras parecen restos arqueológicos de hachas pleistocénicas. Mi cerebro se revuelve nervioso, sabe que el cansancio podría hacerme considerar la idea. "no lo hagaaaaaaaaaaaaaaaaas, no lo hagaaaaaaaaaaaaaaaaas...." A duras penas, pero consigo escucharlo. Creo que algún día mi cerebro dimitirá de sus funciones. Durante los porteos con la bici a la espalda casi le podía oir:
"pero quién te manda hacer esto? No ves que no nos gusta? Nos cansamos, nos deshidratamos, nos duele..."
Desestimo la opción canto rodado por evitar el tema de las hemorragias. Aún así estoy de suerte. En pleno prado pirenaico justo he ido al baño en un lugar donde hay alguna que otra planta de hoja ancha y medio carnosa. Lo que viene siendo auténticas toallitas fotosintéticas. Pienso para mi, malo sea que me de alergia...

Acaba la función y vuelvo a la bici, con el escozor pero sin el apretón. Parece que todo ha salido bien. 5 pedaladas y... no puede ser!!! Me parece que utilicé como papel las plantas de las que se extrae el réflex! Vaya ardor ojetil... vigilo mis constantes... que no se me hinche la lengua! Espero que mi cuerpo arrincone la alergia y no le deje ascender a niveles bronquiales. Si la cosa se complica tendré que dar explicaciones a los del helicóptero, encima en francés!!!

Al cuarto de hora ya no hay restos de calor en el ojo de sauron. Perfecto, si no fuera porque aún nos queda una bajada por una pendiente bastante bestia tapizada de rododendros. Precioso lugar... aunque la bici no se que pinta ahí je je

Me pasa un poco como en la brecha de Ihurbain y recupero la moral. Qué ladera más guapa!!! Ese sitio tiene algo especial, y verle a Mikel con su bici entre los rododendros me hace partirme el culo (es una forma de hablar, literalmente se puede decir que mi culo ya no presentaba ningún problema)
Bla bla bla, llegamos a la pedriza que sube al collado de petretxema, nos cruzamos con escaladores que vienen de Ansabere, les miramos con respeto, nos miran con respeto.
Llegamos al collado y nos espera una bajada muy guapa por la foya de los ingenieros. Vaya palizón, vaya macarrada. Aún estoy en proceso de asimilación de lo sucedido, la pregunta es siempre la misma:
"me gusta esto?"
Algo me dice que esta macarrada no será la última ni la penúltima...
Un saludo!!!

Txamantxoia y Lapakiza. Una idea de Unai.

Unai y el google earth son una mezcla explosiva. Esta vez se le ocurre hacer una vuelta circular con la mountain bike subiendo Txamantxoia y Lapakiza. Nos "engaña" a Remi, Mikel, Rafa (que estaba un poco malo, qué mal día para estar malo...) y a mi. Como suele pasar y ya he dicho otras veces. Si quieres un video currado, en general tienes que sacrificar bastante la actividad del día en favor de las grabaciones (trípode, encuadres, selección de localizaciones...). En una excursión como esta no hay mucho tiempo ni ganas de estar parando y posando, con toda la tarea que tienes por delante, así que sacas cuatro imágenes como y cuando puedes y así sale este video de recuerdo. No da una idea de la dureza real de la ruta pero recoge bastante bien el tipo de paisaje salvaje y abierto que te acompaña todo el rato.




A continuación unas fotos de pésima calidad capturadas del video:

La ruta comienza con una pista buena que sube hasta media ladera del txamantxoia. A partir de ahí ya no hay más pista el resto de la ruta. Se coge un sendero complicadillo pero bonito que te deja en las primeras rampas de hierba de la cresta del txamantxoia. A partir de ahí una subida por hierba velcro que te va gastando poco a poco pero que te recompensa con creces con las vistas que ofrece. El txamantxoia es un impresionante mirador de esa zona de los pirineos occidentales. La ciclabilidad... Mikel fue pedaleando prácticamente todo el rato o el 95% del rato. Los demás hicimos lo que pudimos. Teníamos un día bastante peleón y la verdad es que luchamos la ruta y salió más ciclable de lo que cualquiera hubiéramos esperado. Eso sí, fue un palizón "mediano" en un día bastante abrasador sin apenas zonas de sombra...


Mikel en la parte final de la subida a Txamantxoia. Aquí ya solo quedaba disfrutar, la pendiente disminuía y se dejaba pedalear. Las vistas, impresionantes, da gusto andar en bici en semejante entorno.


Unai empezando a bajar del Txamantxoia. No se aprecia ni en la foto ni en el video, pero este primer tramo tiene una pendiente terrorífica. Unai, gracias a una combinación de güevos y habilidad se tiró sin poner el pie. Parece que se encuentra cómodo en las zonas verticales y en los escalonacos (parece que la angleset no va a ser mala compra eh?). Esta primera parte Unai siguió un ratillo con la bici en la mano por una pedrera muy empinada y salvaje. Los demás acabamos yendo a buscar una bajada algo más ciclable para los primeros metros.


El resto de la bajada salió bastante bonita, con bonitos senderos entre maleza y pasajes de gran ambiente.


Mikel llegando a la cima de Lapakiza. Madre de dios. Otra vez la infumable subida la collado de Linza bajo un sol abrasador. Esta vez (segunda en 4 días) me pareció más ciclable que la anterior vez, pero me siguió pareciendo durísima, al menos si se quiere intentar hacer pedaleando. Lo de Mikel ya es punto y aparte... Casi todo pedaleando, me canso solo de recordarlo;)


La bajada de Lapakiza hubo que currársela. Trozos muy bonitos y pirenaicos, pero trozos también trabados atravesando zonas kársticas y zonas trialeras bastante bastante complicadas, por sendero ratonero, escalones bastante bestias y piedras satánicas, una bajada lo que se dice completita je je


Una de las muchas secciones de culo atrás, piedras, pendiente y fe.


La bajada atravesaba varias zonas que eran auténticos miradores naturales.


El tramo final fue una bonita zona de bosque en la que un servidor besó violentamente el suelo cuando se encontró una sorpresita debajo de las hojas y se le clavó la rueda... Al final un día completito completito y duro. Una vuelta muy buena que salíó sorprendentemente ciclable. Buena idea Unai!!! Al día siguiente otro megapalizón con Mikel por la zona, próximamente...

Al final 8 horas y media para 34 km y unos 2300 metros de desnivel positivo acumulado, unos números que dan una idea de lo que fue el día.